El materialismo histórico describe la sociedad como un todo
en movimiento. No solo la infraestructura y la superestructura están influyendo
constantemente la una en la otra, sino que también el conjunto de ambas va
transformándose a lo largo de la historia. En otras palabras: las sociedades
cambian. El esclavismo de la antigüedad da paso al feudalismo medieval que da
paso a su vez al antiguo régimen y éste a la sociedad burguesa y capitalista, y
éste, según Marx, dará paso a la sociedad comunista… Y el motor de todo este cambio
es la lucha de clases…
Para explicar la lucha de clases Marx utiliza una teoría
hegeliana (Hegel es un filósofo anterior a Marx y que influyó mucho en él,
aunque Marx lo criticara constantemente). Esta teoría se llama “dialéctica”.
Hegel la usaba para explicar el desarrollo del Espíritu o Idea, que,
según él, era lo verdaderamente real, hasta el punto de que la naturaleza y la
historia eran no más que manifestaciones temporales de ese Espíritu.
Marx
adopta el “mecanismo” de la dialéctica hegeliana, consistente en un proceso de
tres fases: tesis (lo dado, el momento inicial), antítesis (negación de lo
anterior), y síntesis (resolución del conflicto); pero lo aplica a la historia,
no al Espíritu (para Marx, que es un filósofo materialista, no existe tal cosa
como el “Espíritu”).
Según la teoría dialéctica de Marx la historia va cambiando
siempre de la misma manera: se parte de una situación histórica dada (esta sería
la “tesis”); pero esta situación envuelve en sí misma una serie de
contradicciones que al cabo del tiempo estallan y acaban con la situación del
principio (a esta fase se le llama “antítesis”); finalmente se origina una
nueva situación temporalmente estable (a la que se llama “síntesis”), pero que
encierra en su seno nuevas contradicciones, con lo que el ciclo vuelve a
comenzar.
Lo que mueve, así, la historia humana es la contradicción que, para
Marx, consiste fundamentalmente en la oposición entre clases sociales con
intereses enfrentados, es decir: la lucha de clases. Veamos esto con más
detalle.
Cada situación histórica (la sociedad feudal, la sociedad
burguesa, etc.) se caracteriza, sobre todo, por su infraestructura y, en ella,
por la tensión entre las clases sociales, cuyo estatus es siempre desigual
(unas poseen las fuerzas de producción y otras no, unas dominan y otras son
dominadas…). Durante un tiempo esta tensión se mantiene bajo control (la
fortaleza del sistema político y la influencia de la ideología son factores
determinantes para que exista esta estabilidad).
Pero tarde o temprano, por
intervención de factores nuevos, o por aumento insostenible de la tensión,
estalla el conflicto. Fruto del mismo es la transformación revolucionaria de
toda la sociedad (o bien el hundimiento conjunto de las clases enfrentadas).
Pensemos en la sociedad feudal, por
ejemplo. En ésta encontramos una compleja estructura social, pero en toda esta
estructura hay un grupo social dominante (la nobleza, el alto clero) y un grupo
social dominado (los siervos, el campesinado en general, los artesanos y
comerciantes de las ciudades). Estos dos grupos mantienen intereses totalmente
antagónicos, pero este antagonismo se mantiene bajo control hasta que,
enriquecidos por el comercio colonial, algunos de entre los dominados (la
burguesía) empiezan a acumular poder e influencia económica y, por
consiguiente, a exigir un cambio social.
Durante el siglo XVIII y principios
del XIX la contradicción que supone que la clase dominante (la nobleza) carezca
del poder económico de la dominada (la burguesía) hace estallar finalmente el
conflicto (las revoluciones burguesas) por el que es eliminada la sociedad feudal
(antítesis). El resultado es la instauración de una nueva sociedad liderada por
la burguesía (esta es la síntesis). Aunque en ella, afirma Marx, sigue latiendo
la lucha de clases, esta vez entre la gran burguesía industrial (que es ahora
la clase dominante) y el proletariado o clase obrera (que es ahora la clase
dominada). Este nuevo antagonismo, anticipa Marx, dará lugar, con el tiempo, a
la destrucción de la sociedad burguesa y capitalista…
¿Tenía razón Marx? A todas luces la profecía marxista, siglo
y medio después del Manifiesto comunista, no se ha cumplido. ¿Qué creéis que
pudo haber fallado en el análisis de Marx?
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