Bueno, pues aquí estamos. Todos guapísimos. Y con un curso de historia de la filosofía en las cabezas... ¡¡Qué pena que no pueda haceros una foto de lo que pensáis por dentro!! Y mira que me lo pregunto todos los años: ¿qué pensaréis de verdad de todos los filósofos que han pasado por delante de esa pizarra? ¿Os han dicho algo importante? ¿Ha valido la pena conocerlos?...
¿De dónde viene el mundo? ¿Vivimos como en una caverna? ¿Dónde están las ideas? ¿Cómo es posible el cambio y el tiempo? ¿Existe Dios? ¿Cómo conocemos: con la razón o con los ojos? ¿Podríamos vivir sin leyes? ¿En qué consiste ser mayor de edad? ¿Qué es ser bueno? ¿Estáis "alienados"? ¿Es justa la sociedad (burguesa y capitalista) en la que vivimos?... ¿Os habéis preguntado, de verdad, todo esto? ¿Es necesario hacerlo? ¿No será mejor tomar el sol, como los lagartos, y dejarse de pensar tanto?...
Como otros años, os voy a pedir un favor (un favor puro, no servirá para daros o quitaros “puntos”): decidme, a través de los comentarios, qué os ha parecido el curso, qué cosas os han gustado o interesado y cuáles no. Agradeceré todas vuestras críticas y comentarios, buenos o malos y, sobre todo, sinceros. Muchas gracias, a priori, por vuestra ayuda.
Y también disculpas a posteriori por todo lo que hayáis tenido que soportar(me). Y por si no habéis tenido bastante, y como os echaré de menos, aquí me tendréis (en este blog, y en el correo que conocéis) siempre que queráis.
¡Qué tengáis un feliz verano; o, mejor: una buena vida! ¡¡Y que la filosofía os acompañe!!
A mi la asignatura no me gusta mucho, pero has hecho que me resulte entretenida. Y también he aprendido mucho y eso, eres muy buen profe
ResponderEliminarY que pases buen verano tu también, nos vemos el año que viene
ResponderEliminarGracias, Manu. Igualmente!
EliminarPues a mi la asignatura me ha gustado,tenía malas expectativas sobre ella porque no me gustó mucho el curso pasado. Sin embargo,me ha sorprendido lo amenas que se han hecho las clases. Eso si,los temas me han parecido densos,sobretodo Kant,un poco lioso a la hora de ordenar las ideas en la cabeza. Por lo demás,aunque pertenezco a ese grupo que no suele hablar en clase por timidez,...me llevo muy buen recuerdo de este curso de Historia de la Filosofía. ¡Gracias Victor!
ResponderEliminarGracias a ti, Clara, por tu paciencia e interés. Tienes toda la razón en calificar a Kant de lioso. Aunque, ¿podría ser de otro modo tratando de los (laberínticos) asuntos de los que trata? No lo sé. El hombre hizo lo que pudo. Igual que nosotros. Lástima no existan aún las máquinas del tiempo. ¿Te imaginas tomar unas cervezas con Kant? Igual así nos enterábamos de algo. ;-)
EliminarTodo el conocimiento adquirido en el curso, el mundo ideal de Platón, la virtud de Aristóteles, las contradicciones que se vuelven repentinamente complementarias en la época medieval con los problemas de fe y razón, la constante contraposición del empirismo y el racionalismo que Kant consigue sintetizar, la política y la concepción del ser humano de los autores ilustrados, el carácter revolucionario, social, justo, crítico y materialista de Marx, que predice el mundo que derivará del sistema capitalista burgués…
ResponderEliminarToda esta cantidad de conocimiento, de aprendizaje, estas teorías… deriva en otra cosa.
Creo que lo realmente significativo ha sido el hecho de contrastar ideas, de ver, Víctor, como te reencarnas en cada autor y nos confundes más de lo que lo hacemos por nosotros mismos, la cultura está bien, pero el ver que cada autor es capaz de defender desde un punto de vista absolutamente racional cada idea, sea cual sea esta, no sólo aporta un simple “Kant decía esto…” si no, “Kant decía esto, pero ¿Por qué?, ¿Cómo?, ¿En base a qué?...”
Y de ahí, ya no es Kant, si no tu profesor, tu madre o el ministro de educación.
Porque al fin y al cabo, todo aquello que considerábamos verdadero quizá no lo es, o quizá sí lo es, cada autor tiene una idea y el hecho de conocerlas (aunque sea mínimamente), y que sean tan diferentes entre ellas, me hace replanteármelas y bueno, no creer en ninguna.
Sinceramente opino que eso ha sido (al menos para mí) lo más importante en este año, bajo la máxima de “Cuestiónatelo todo, aprende algo, pero no esperes respuestas” he pasado por todos estos autores, aceptando que al fin y al cabo las respuestas sólo puedes dártelas tu mismo, como el ser obstinado que se debe ser y que se rige bajo su propio sentido.
¡Pero claro! ¿Hubiera sido acaso esto posible, sin tener a un profesor que se caracteriza por ser el peor dolor de cabeza que se puede tener? Lo dudo realmente, asique Víctor, habrá que agradecerte este año de confusión y estrés constante que de cierta forma ha cumplido con lo que tiene que cumplir la educación.
Un saludo y bueno, nos vemos con Nietzsche.
Muchas gracias, Lucia, por la pequeña parte que me toca. No encuentro una definición más atinada que la tuya de lo que debe ser la filosofía (y mira que he leído cientos). Y nunca me han dicho nada tan bonito como eso de ser "el peor dolor de cabeza que se puede tener". Si tuviera vergüenza me pondría colorado. Así que felicidades por tu reflexión. Ha sido una suerte coincidir contigo durante este curso. En cuanto a Nietzsche, vayámonos preparando (¡el martillo que se nos viene encima!) ;-)
EliminarA mi me ha gustado la asignatura,como también me gusto el año pasado, pero hay veces que es complicado entender a algunos autores de los que hemos estudiamos,como por ejemplo Kant. !Que tenga un buen verano tu también Víctor!
ResponderEliminarMuchas gracias, Rodrigo. Ha sido de nuevo un placer tenerte de "contrincante" ;-). He aprendido mucho en estos dos años de tu sentido común y tu espíritu crítico. Respiro hondo cuando pienso que en unos años, habrá personas como tú al timón de este loco mundo. Felicidades y buen verano.
EliminarComo dijo Lucía, compañera de curso y amiga, ha sido un año repleto de cuestiones insoportables de llevar sin desear, al menos siete veces al día, matar a cada autor estudiado. Y quien dice matar, dice admirar y desear constantemente viajar en el tiempo para charlar con ellos. Para al final terminar siendo el Platón de Sócrates o el Aristóteles de Platón quién sabe.
ResponderEliminarMari Luz, profesora de lengua y tutora de este año, nos ha hecho saber su deseo, al igual que Unamuno, de ser de algún modo inmortal. Yo creo que en realidad todos nos convertimos en seres (o almas, yo ya después de este curso no sé qué pensar) inmortales porque todos colaboramos aunque sea mínimamente en las acciones de alguien. Los filósofos han conseguido serlo hasta ahora y espero que por siempre, y no en el hecho de influir en tomar unas decisiones determinadas, sino en el de pensar por uno mismo, como decía Kant, en convertinos en mayores de edad. Han conseguido serlo para nosotros, a través de ti y tu capacidad de empatía demostrada al meterte bajo la piel de cada uno de ellos. Esa capacidad sofista de defender algo y totalmente su contrario en menos de treinta segundos. Has conseguido que todos nos planteemos algo más allá de "¿Me comprarán mis padres el fifa estas navidades?" "¿Habrá macarrones para comer?" "¿Sacaré un 9 en la nota final de filosofía para que me de la media y pueda entrar en la carrera que quiero?" (Que "quiero", una de las cosas que me ha enseñado la filosofía es a replantearme la verdad sobre lo que quiero).
Como diría Marx; en una palabra, los filósofos han logrado que reaccionemos. Quizás sea atrevido por mi parte hablar en plural, pero... Qué filósofo no fue atrevido en su época?
Recuerdo aún el primer día de clase, el momento en el que para captar la atención de aquellos adolescentes pasotas y a la vez asustados (pero más pasotas, o alienados, no sé) dijiste: esto consiste en hacer el amor. Vamos a hacerle el amor a los filósofos. A la filosofía.
Objetivo conseguido. Amor hecho. Momento clímax aún está por decidir. Sólo cabe esperar que todos, sin excepción alguna, nos hayamos quedado embarazados.
Muchas gracias, Sara, por tus palabras. En el colmo del atrevimiento te diría que has definido el amor verdadero, ese que que te perturba tanto como te estimula el deseo. La vida no tiene nada que ver con la tranquilidad (como ves, ahora estoy poseído por Nietzsche). Inmortal es aquél que desea y se rebela contra sí mismo siete veces al día. El que se conforma y se "quiere" sin a la vez odiarse y querer más, está más muerto que carracuca. ¿Y qué quieres, dices? ¡Como si no lo supieras! Lo mismo que todos (todos reaccionan, cada uno a su ritmo): hacerle el amor a la vida, salvaje, plenamente. ¿Habrá algo más racional? Un saludo de Friedrich... perdón, mío. Ha sido una inmensa suerte tenerte este año enfrente. Ah, y feliz embarazo ;-)
Eliminar