viernes, 18 de diciembre de 2015

Kit navideño.


Felices fiestas a tod@s. Os dejo aquí un kit de supervivencia navideño. Qué el próximo año seáis, si cabe, mucho más sabios y felices.

El vídeo para nochebuena. El documental interesante comienza en el minuto 9:35. No olvidéis que es un documento muy provocador, y que ha despertado mucho polémica en torno a la veracidad de lo que afirma. Lo bueno es que provoque un suculento debate...

 

Cliqueando sobre las palabras Navidad, Año Nuevo, o Cuentos, podréis leer entradas sobre todo lo que hablamos el último día de clase (o, aquí, y aquí, nuestros programas de radio sobre el mismo tema). Acordáos, también, que citamos un par de libros: La Rama Dorada, de James Frazer, o Vacas, cerdos, guerras y brujas, de Marvin Harris, en este último, los capítulos sobre Jesús de Nazaret. Ah, y para moriros de risa, la divertida y tradicional película navideña La vida de Brian. 



miércoles, 16 de diciembre de 2015

¿Qué son las cosas? (Según Aristóteles).



  Aristóteles fue un buen alumno de Platón pero, como todo buen alumno filósofo, no estuvo del todo de acuerdo con las teorías de su maestro y se empeño en elaborar sus propias explicaciones. Platón es amigo mío, decía, pero más amiga mía es la verdad

Aristóteles no aceptaba la teoría platónica de las Ideas porque ésta (amén de algunos problemas lógicos) suponía negar la existencia plena del mundo sensible. Esto resultaba demasiado chocante para ese apasionado científico de la naturaleza que fue Aristóteles. ¿Cómo negar que este mundo visible y cambiante sea verdadero? Aristóteles era un hombre con sentido común. El problema es que, además, era…filósofo.

Si como científico Aristóteles observaba y describía la naturaleza, como filósofo quería descubrir los elementos últimos o fundamentales (la “arkhé”) de la realidad. Y como suelen hacer los filósofos, antes de construir su teoría, le dio un “repaso” a las teorías anteriores.

Según algunos filósofos, como los milesios, la realidad es una única materia originaria (el agua de Tales, el aire según Anaxímenes, etc.) que va adoptando distintas formas o configuraciones. Curiosamente, esta teoría –que podemos llamar “materialismo”— se parece mucho a la de los científicos actuales (para los que todas las cosas son una transformación de la energía primordial). Ahora bien. Si las cosas son algo así como distintas configuraciones formales a partir de una única materia común, dicha materia ha de ser originariamente informe. Ahora bien, si esto es así, la pregunta es: ¿cómo surge la forma a partir de lo completamente informe? Otra pregunta posible es esta: ¿cómo, a partir de algo que es único (una única materia común) surge lo múltiple?.. Todo esto parece lógicamente imposible. Además (otro problema), si la materia está continuamente cambiando, como parece que está, resulta difícil pensar que exista nada estable (como son los objetos). Así pues, y según Aristóteles, el materialismo de los milesios no explica adecuadamente el mundo...

En el otro extremo (sigue razonando Aristóteles) están los filósofos que, como Platón y otros (Parménides, los pitagóricos), afirman que la realidad consiste en formas (ideas) estáticas e incorpóreas, sin espacio ni tiempo. Esto, piensa Aristóteles, tampoco es válido, pues, como dijimos, en lugar de explicar el mundo que vemos, lo niega como una ilusión (y afirma que la realidad es un extraño mundo ideal que no vemos --solo podemos pensarlo--)... 

Pero si ni unos (los "materialistas" milesios), ni otros (los "amigos de las formas") tienen razón --piensa Aristóteles-- ¿Cómo hemos de explicar el mundo y sus cosas? 
En esto, como en otros asuntos, Aristóteles afirma que la verdad está en el término medio. El mundo no es ni pura materia (pues entonces carecería de forma, sería un caos informe), ni pura forma (pues entonces carecería de corporalidad y movimiento, lo cual no concuerda con nuestra experiencia), sino una mezcla o unión de materia y de forma. Aristóteles es, por tanto, un filósofo dualista. Piensa que la realidad solo puede explicarse suponiendo que hay dos “elementos” fundamentales, y relativamente (teóricamente) independientes, interactuando entre sí.

Más concretamente, la realidad consta, según Aristóteles, de substancias. Cada substancia es una unión inseparable de dos elementos o aspectos: la materia y la forma (a esta teoría se le llama “hilemorfismo”, de “hyle”, en griego “materia”, y “morphe”, que significa “forma”). Según Aristóteles, la forma es el aspecto estructural de cada cosa, lo que permite definirla como tal o cual cosa. Es, por así decir, el conjunto de propiedades que definen a una cosa. Por ejemplo, un caballo es aquello que posee la estructura orgánica que corresponde a los mamíferos, cuadrúpedos, herbívoros, etc. La materia, en cambio, es como el substrato o “relleno” en que se implementa la forma. En el caballo sería la materia orgánica en general (los tejidos, la “carne” del caballo). En términos gramaticales, la forma son los predicados que atribuimos al sujeto (en este caso, al sujeto que es tal o cual caballo), y la materia corresponde al sujeto de tales predicados (aquello de lo que decimos que es mamíferocuadrúpedo, etc.). 

En rigor, materia y forma son, para Aristóteles, inseparables. Solo podemos separarlas artificialmente, mediante el pensamiento. Cuando pensamos por separado la forma (las propiedades) obtenemos los conceptos, que son realidades abstractas construidas por la mente (¡Y no cosas reales e independientes de las cosas, como creía Platón que eran sus Ideas!). A los conceptos los llama a veces Aristóteles “substancias segundas” (son reales, pero de una realidad de segundo orden, y dependientes de la mente). 


Cuando pensamos por separado la materia llegamos al concepto de “materia prima” (una supuesta materia sin forma alguna), pero esto no es ninguna cosa real, pues nada puede ser nada sin forma (es solo un “concepto límite”, sin significado real).


En las substancias, el aspecto material es el más visible (aunque nunca sin forma), y el aspecto formal el más pensable o definible (aunque cuando lo separamos de la materia nos recluimos en un mundo abstracto y dejamos de pensar en las cosas verdaderamente reales). Así pues, igual que las cosas o substancias son una unión inseparable de materia y forma, el conocimiento más verdadero es una síntesis entre la experiencia sensible y el pensamiento racional. Como veis, casi ningún científico actual podría estar en desacuerdo con Aristóteles.

Ahora bien. Aunque todo (o casi) está hecho de materia y forma, la forma es siempre más fundamental que la materiaLa forma es la causa de que las cosas sean lo que son (la materia, en último término, es lo mismo siempre), y lo que permite conocerlas y definirlas como tales (definir algo es decir sus propiedades, describir su estructura). Además, como veremos, es la parte más “activa” de las cosas (la materia es lo más pasivo, se limita a “recibir” la forma). 

En función de esta mayor importancia de la forma, Aristóteles clasifica las substancias (de menor a mayor grado de “ser”) en su cosmología. Las substancias “sublunares” (las que forman la Tierra y su atmósfera) son las más “cargadas” de materia y, por tanto, las más indeterminadas y pasivas, las más irracionales. Se dividen a su vez en substancias debidas al azar (sin causa conocida), artificiales (tienen la causa de su actividad o movimiento fuera de sí mismas) y naturales (tienen la causa de su movimiento en sí mismas). Entre estas últimas están las substancias inertes, las plantas, los animales y los seres humanos, cuya forma (el alma inteligible) es la más activa de todas las del mundo sublunar. Por encima del mundo sublunar (en el resto del “espacio”) están las substancias celestes, que son los astros (estrellas, planetas), que son casi pura forma (con una materia muy sutil, a la que se llamó “éter” o “quinto elemento”). Y por encima de todo (fuera del cosmos) está la substancia divina, que es pura forma (sin materia) y pura actividad.

viernes, 4 de diciembre de 2015

Cómo hacer un examen de Historia de la Filosofía (primer trimestre: Platón).

A continuación, os doy información y algunos consejos para hacer bien el examen de Historia de la filosofía, según el modelo de las P.A.U., y aplicándolo a los contenidos del primer trimestre.

CONSEJOS PARA TODO EL EXAMEN.

Distribuye el tiempo y el espacio del papel (máximo 5 carillas). Da prioridad a las preguntas primera y última (valen más).

Antes de empezar a responder a cada pregunta piensa y haz, si te sirve, un breve esquema (en un papel en sucio) de todo lo que quieres decir (pero no ocupes más de unos minutos en ello).

Cuida la expresión, la ortografía, los signos de puntuación, la claridad de la letra y la presentación.

Evita el lenguaje coloquial, no abuses de los ejemplos, evita emitir juicios de valor (salvo al final, si quieres) y frases rotundas sobre lo que dicen los autores.

Ten cuidado con los hechos y datos históricos, así como con los nombres y términos técnicos. Si no recuerdas bien un dato, término o nombre, no los pongas (mejor una ausencia que una metedura de pata).

Evita los esquemas, los dibujos, las frases sueltas. Las respuestas tienen que ser una redacción bien compuesta, con su principio, su desarrollo y su conclusión.


EL COMENTARIO DE TEXTO (hasta 3 puntos)

Ten en cuenta los siguientes pasos: (1) Presenta muy brevemente la obra y el autor a los que pertenece el fragmento (puedes ver esto en la Guia de Lectura); (2) analiza el significado de los términos subrayados, en relación con la filosofía del autor; y (3) comenta el sentido del texto indicando lo que nos quiere decir en él el autor, poniéndolo en relación con su filosofía. [La parte (2) puede estar integrada en la parte (3)]

Todo lo que digas tiene que tener relación con lo que dice el texto que aparece en el examen (según lo interpretas tú). Es muy recomendable que cites partes del texto (poniendo la cita entre comillas), para mostrar a qué te estás refiriendo en tu comentario. En cualquier caso NO vale ponerse a escribir sobre la filosofía del autor olvidándonos del texto.


LA PREGUNTA TEÓRICA (hasta 2 puntos)

Contesta a lo que se te pregunta (ve al grano). Procura citar todas las cosas importantes del tema que se te plantea, y hacerlo de forma equilibrada (no unas muchas y otras muy poco).

En el caso del primer trimestre, la pregunta teórica puede referirse a uno o varios de entre estos asuntos:

- El mundo inteligible y el mundo sensible. Características de cada uno. Argumentos de Platón para justificar la existencia de las ideas. Relación entre ambos mundos. 
- El alma: origen y estructura.
- El conocimiento: doxa y episteme. El conocimiento como recuerdo (la anámnesis o reminiscencia).
- Ética: las partes y virtudes del alma.
- Política: relación entre el alma y el Estado, los grupos o clases sociales, la educación y el gobierno del sabio, la justicia en la polis, la evolución degenerativa de las formas de gobierno.


EL CONTEXTO HISTÓRICO (hasta dos puntos)

Se preciso con las fechas, nombres, datos, etc. (si no estás seguro, no los pongas). 

Tienes un modelo de respuesta en la Guía de lectura.

No olvides los mínimos establecidos para cada autor (de una manera u otra, en el orden que quieras, tienes que mencionarlos en la respuesta). Para Platón son:
-  Crisis de la democracia ateniense.
- Pérdida de la hegemonía de Atenas tras la guerra del Peloponeso.
- El gobierno de los Treinta tiranos.
- La muerte de Sócrates durante la restauración de la democracia.
- Los sofistas y la relativización de los valores tradicionales.
- El pensamiento platónico como reacción ante la crisis política ateniense, lo que le lleva a proponer un modelo propio de Estado. 




EL TEMA Y LOS DOS FILÓSOFOS (hasta tres puntos).

Escoge dos filósofos (o corrientes filosóficas) que traten del tema que se te indica. Si te sobra tiempo puedes añadir uno más (pero nunca más de tres).

Expón el pensamiento de los filósofos elegidos con toda la profundidad que puedas, y siempre en relación al tema que se te propone. Para cada uno escribe un texto. No valen frases sueltas ni exposiciones "telegráficas". 

No vale en ningún caso utilizar al autor del texto como uno de esos dos o tres filósofos. No hace falta que compares a los autores que has escogido con el autor del texto.

Para el primer trimestre, las preguntas pueden ser estas:
- Explique cómo ha sido abordado el tema de la realidad en otros dos autores que haya estudiado. Aquí lo recomendable es usar a los presocráticos. Por ejemplo: los milesios (así, en grupo), y los pitagóricos; o los pitagóricos y Parménides; o los pluralistas y Parménides, etc.
- Explique cómo ha sido abordado el tema de la moral en otros dos autores que haya estudiado. Aquí lo recomendable es usar a los sofistas y a Sócrates.




¡¡¡¡Ánimo!!!!

miércoles, 2 de diciembre de 2015

La constitución de Platón

Platón no redactó ninguna Constitución, ¡ojo! Pero caso de haberle hecho caso algún redactor de constituciones la cosa hubiera sido, quizá, de este estilo:

CONSTITUCIÓN DE LA NUEVA CIUDAD DE PLATONEA.
Año 1 de la Era de la Justicia y la Sabiduría.
Comité de Filósofos Fundadores presidido por Platón.
Secretario: Dión de Siracusa.  



I. DE LOS FINES Y LA ESTRUCTURA DEL ESTADO JUSTO.
  
  1. El fin de la política es el bien y la felicidad de todos los ciudadanos. El Estado justo es aquel que hace posible este objetivo.  
  1. El Estado es un reflejo del estado del alma de los ciudadanos, y a viceversa, el alma de los ciudadanos es un reflejo del Estado en el que viven. Un Estado justo es a la vez hijo y padre de ciudadanos justos. 
  1. Al igual que en el alma hay tres partes: la razón, la voluntad y las pasiones, en todo Estado hay tres partes o grupos principales: los gobernantes, los guardianes o guerreros, y los productores (agricultores, artesanos…).

II. DE LA JUSTICIA EN EL ESTADO Y LA FUNCIÓN DE CADA UNA DE SUS PARTES.

  1. La justicia o armonía del Estado es análoga a la justicia o armonía en el alma. Consiste en que cada parte de ese Estado se entregue virtuosamente a su función más propia. Los gobernantes a legislar y gobernar, los guardianes a defender al Estado de las agresiones externas o internas, y los productores a producir los bienes materiales necesarios para todos.

  1. Los gobernantes han de ser respecto a la sociedad como la razón es respecto al alma: su parte racional. Su virtud es la sabiduría. Un Estado Justo es aquel en el que gobiernan los más sabios o filósofos. Solo los que conocen lo que es el Bien y la Justicia en sí mismos (la Idea de Bien) pueden legislar, gobernar y juzgar justamente.

  1. Los guardianes han de ser respecto a la sociedad como la voluntad es respecto al alma: su parte irascible. Su virtud es el valor y la obediencia a los gobernantes. Un Estado Justo es aquel cuyos guerreros son los más valientes y disciplinados, valor y disciplina que nacen de su educación y de la convicción de que las leyes que defienden son las más justas y sabias.


  1. Los productores han de ser respecto a la sociedad como la pasión es respecto al alma: su parte concupiscible. Su virtud es la moderación. Un Estado Justo es aquel cuyos productores moderan su afán por el lucro y el disfrute de los bienes materiales (que producen y con los que comercian). Su moderación es fruto de la educación recibida y, por ello, aunque viven para los placeres, evitan los excesos y los goces más perjudiciales.




III.  SOBRE LA EDUCACIÓN Y LA PERTENENCIA DE LOS CIUDADANOS A UNA U OTRA CLASE.


  1. Los ciudadanos serán adscritos a una parte u otra del Estado (productores, guardianes o gobernantes) en función de sus méritos, y no de su nacimiento o condición social. Esto es: según sus cualidades naturales y su aptitud para el aprendizaje.

  1. Todos los ciudadanos (varones o hembras) serán igualmente educados, hasta la edad de 20 años, en la gimnasia, la música (solo aquella que fortalezca la moderación y el valor), la poesía y los mitos (solo aquellos que sean más verdaderos), y algunos otros saberes prácticos. Esta educación se hará sin forzarlos, a través del juego y el diálogo. Los que tengan menos capacidad y afán por el conocimiento serán integrados en el grupo de los productores.

  1. Los ciudadanos con más competencia intelectual iniciarán un segundo ciclo de estudios en el que, durante 10 años, aprenderán matemáticas y otras ciencias. Estos serán los futuros guardianes o auxiliares (los guerreros). Entre estos se seleccionará a los mejores para que prosigan sus estudios en un nuevo ciclo.

  1. Los ciudadanos con mayor capacidad y vocación por el estudio emprenderán, durante 5 años más, la formación dialéctica o filosófica, investigando las ideas en sí mismas, especialmente la Idea de Bien.  A estos estudios (que ya no abandonarán en toda la vida) seguirán 15 años de prácticas en distintos cargos de la administración del Estado. Estos ciudadanos, una vez completamente educados, serán obligados a gobernar, por turnos, el Estado.


IV.   SOBRE LA FORMA DE VIDA DE LOS PRODUCTORES, GUARDIANES Y GOBERNANTES.

  1. Solo los productores tendrán derecho a la propiedad de sus bienes y a tener familia. Los guardianes y gobernantes no poseerán nada propio ni vivirán en familia, sino todos juntos, compartiendo bienes, mujeres e hijos. Vivirán de forma austera, con lo necesario. Dado que, por su naturaleza y educación darán más valor al honor y al conocimiento que a los bienes y placeres materiales, tal género de vida no supondrá un perjuicio para ellos, sino un privilegio.

  1. Los más sabios (los que culminan el proceso educativo) serán obligados a gobernar por riguroso turno, aunque se resistan a abandonar sus estudios. Deberán pagar así la deuda contraída con la sociedad que hizo posible su educación.


V. SOBRE CÓMO EVITAR LA DEGENERACIÓN DEL ESTADO.


  1. Un Estado degenera cuando sus partes no ejercen virtuosamente la función que les corresponde, especialmente cuando gobierna quienes no son competentes para ello. Los Estados degenerados son, por orden de menos a más (degenerado), los siguientes:

(a) Timocracia. Gobiernan los guardianes o guerreros, cuya virtud es el valor, la disciplina y el honor (como en Esparta, la potencia rival de Atenas). Pero el valor sin sabiduría es ciego, no sabe a qué hay que aplicarse, y acaba aplicándose a sí mismo (el valor por el valor, el poder por el poder), o a fines innobles (la fama que da la victoria, la riqueza arrebatada a los enemigos…). Así, los gobernantes-guardianes acaban volviéndose codiciosos y amantes del lujo y la riqueza. Esto conduce a la oligarquía.


(b) Oligarquía. Gobiernan los ricos, cuyo principal objetivo es mantener o aumentar su patrimonio. Nace de la degeneración de la timocracia. Este Estado tiene dos grandes defectos: la desunión entre ricos y pobres, y la falta de moderación en el afán por la riqueza y los placeres que esta riqueza procura. En el Estado oligárquico todos acaban queriendo ser ricos, y vivir con el mismo lujo y libertinaje con que viven los gobernantes. Esto conduce a la democracia.


(c) Democracia. Gobierna la mayoría (es decir, los productores, el pueblo). Nace de la degeneración de la oligarquía. La virtud de los productores debería ser la moderación, pero el pueblo no es sabio y no puede moderarse a sí mismo. Así que funda su propio Estado en el exceso de libertad y de igualdad. Por la creencia en una igualdad excesiva nadie aprende nada (se cree que nadie es mejor que nadie) y se cae en el relativismo (cada uno cree tener ideas igualmente válidas sobre lo bueno y cualquier otra cosa). La libertad para el ignorante es (como para los niños) hacer lo que se le antoje. Relativismo y libertinaje conducen a una lucha desenfrenada por los placeres y la riqueza (Es obvio que Platón se refiere aquí a la Atenas de su tiempo). Cuando el desorden se vuelve imposible de soportar se recurre a la tiranía.


(d) Tiranía. Gobierna un solo hombre ignorante y violento. Nace de la degeneración de la democracia y es el peor de los Estados. No hay ninguna virtud. El tirano llega al gobierno, y se mantiene en él mediante la violencia y el engaño (haciendo creer que va a beneficiar a todos, cuando solo busca su propio beneficio).