miércoles, 22 de enero de 2014

¿Qué significa ser "moderno"?


La época moderna comienza allá por el siglo XV, a caballo entre la Baja edad media y el Renacimiento, y según los historiadores termina en el siglo XVIII, cuando los franceses le cortan la cabeza al rey y acaba, simbólicamente, el “antiguo régimen”. A la época moderna le sigue la época contemporánea que, según los historiadores, va del siglo XVIII hasta hoy. Pero a grandes rasgos, y desde el punto de vista de la mentalidad y las ideas filosóficas, las épocas moderna y contemporánea no son esencialmente distintas. Así que, grosso modo, todo lo que digamos de la Modernidad encaja también con nuestra propia época. Somos, aún hoy, modernos (y, como mucho, "postmodernos", que es casi lo mismo con otros ropajes). ¿Y qué significa eso?


La modernidad es una época de escisiones y dualidades (frente a la Edad media que, en general, fue un tiempo de unidad e integración –más o menos lograda— en torno a ciertos valores e ideas sostenidas como absolutas). La cultura medieval era teocéntrica, todo giraba alrededor de Dios y la religión. Dios y el mundo eran realidades íntimamente unidas (Dios se mostraba en el mundo, que era su creación, y comprendiendo el mundo era posible llegar a Dios, o lo más cerca posible). Pero a finales de la Edad media se impone la doctrina de la separación entre fe y razón. Crece la idea de que entre Dios y el mundo media una enorme diferencia. De un lado, Dios representa el mayor de los misterios, al que solo se puede acceder por la fe (fideísmo), pues su absoluta perfección se supone infinitamente incomparable con el mundo objeto de la filosofía y la ciencia. Por lo mismo, el mundo se diferencia y aleja de Dios, se desacraliza y mundaniza; se impone el gusto por lo mundano, esto es: la idea moderna de que hay que valorar y disfrutar de este mundo (que ya no es un valle de lágrimas o una mera escala camino del cielo). La cultura moderna abre así una primera y radical distinción entre lo sagrado y lo profano, entre lo divino y lo mundano, lo que da lugar a un ámbito cultural nuevo, construido a la medida del hombre y de su mundo (antropocentrismo).


La distinción sagrado/profano se abre paso en todos los niveles de la cultura moderna. En la economía se generalizan formas de producción desligadas e incluso opuestas a la tradición y la moral cristiana (la usura, el afán de lucro, la competencia) y características de una clase social en auge (la burguesía). Esta nueva economía, libre de trabas religiosas y sociales (como eran, por ejemplo, los gremios), es la semilla del capitalismo y su ideología va a ser el liberalismo.

En cuanto a la sociedad se rompe el lazo entre lo natural y lo propiamente social. Las nuevas clases sociales están basadas en la riqueza, y en la capacidad para obtenerla, y no en la sangre ni en ningún otro orden estático, natural o divino (como eran los estamentos medievales).  Además, se va a ir produciendo una escisión muy fuerte entre el grupo social y el individuo particular. Crece el individualismo, se valora la vida privada (distinguiéndola de la vida pública), y se cultiva la personalidad (como sucede entre los artistas del Renacimiento), frente al espíritu de “rebaño” (o Iglesia) y el anonimato propios de la Edad media.

En el ámbito político e institucional se rompe un lazo tras otro. En primer lugar, la ruptura es entre Iglesia e Imperio, comienzo de la distinción moderna entre la Iglesia y el Estado (la religión es un asunto privado, y no debe regir los asuntos públicos, que deben ser gobernados por un Estado secularizado). Casi a la vez, se produce la ruptura en el seno mismo de la Iglesia: la Reforma protestante rompe al cristianismo occidental en dos: católicos y reformistas (estos últimos defienden la relación individual con Dios; la Biblia no admite una única lectura, sino muchas, una por cada individuo). En tercer lugar, se desatan las tensiones entre el Imperio y los distintos reinos: cada uno quiere configurar una entidad política diferenciada; es el nacimiento de las naciones modernas, y de la ideología que las sustenta: el nacionalismo. Un poco más acá en el tiempo se dará también la ruptura entre el Rey y la sociedad, que ya no acepta la tutela monárquica y pretende estar formada por “ciudadanos” y no por  “súbditos” (republicanismo).

Fruto de estas rupturas políticas lo son también el divorcio entre el derecho civil y el derecho natural o divino: las leyes tendrán que justificarse de otra manera que apelando a Dios. La respuesta está en la moral, pero ¿qué moral? Rota la unidad entre la moral pública (cristiana) y la moral privada, en la cultura moderna cada individuo tiene sus valores (relativismo), por lo que se hace necesario un consenso o contrato (una moral común mínima), fruto de la suma de opiniones particulares; esto es el contractualismo y la futura democracia.

En cuanto al saber, la ya citada distinción entre fe y razón alienta el cisma definitivo entre teología y filosofía (cara y cruz de lo mismo durante la Edad media), y la idea de autonomía de la razón, que se basta por si sola para comprender el mundo, aunque al precio de desvincularse del mundo del espíritu, que queda en mano de la teología y, en unos siglos, de la propia filosofía. En efecto, el éxito de la Revolución científica va a marcar una nueva diferencia, vigente hasta hoy: la que se da entre la filosofía y la ciencia. Es decir, entre el ámbito de las ideas, los valores y la racionalidad (todo lo ligado al "espíritu"), de un lado, y el ámbito de los hechos y la experiencia, del otro (lo ligado a la "naturaleza"). Así, frente al racionalismo tradicional (vinculado a la vieja escolástica y la filosofía clásica) surge el moderno empirismo de los filósofos ingleses (para los que la verdad debe sustentarse en hechos o impresiones sensibles). 
Ambos (racionalistas y empiristas) están no obstante de acuerdo en la “novedosa” y problemática escisión entre el mundo objetivo y la mente subjetiva (el idealismo moderno, compartido por la mayoría de los filósofos). 

Finalmente, la suprema libertad divina (todo Voluntad y Poder) se separa del mundo terreno, imaginado como un inflexible mecanismo de relojería en el que la libertad humana no parece tener cabida. Es el problema del determinismo...



8 comentarios:

  1. Antiguamente la religión tenía un papel muy importante en la sociedad y toda esta giraba en torno a Dios, según la sociedad, poco a poco nos modernizamos en la historia hemos separado la razón de la fe, por circunstancias o sucesos que no eran compatibles.

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  2. Yo pienso que según ha ido pasando el tiempo las personas han ido adquiriendo cada vez un mayor grado de inteligencia y han luchado al igual que hoy se lucha por aquello que beneficia a la población en su totalidad y a sus derechos porque antiguamente todo giraba en torno a la religión, lo cual traía muchos conflictos ya que se carecía de muchas de las libertades que se han ido adquiriendo y de las que hoy en día podemos gozar. Por ejemplo no era bien visto la separación entre un matrimonio y las relaciones entre estos tenía que durar por mucho que no se pudiera, no había esa libertad que hay hoy de hacer todo lo que uno quiere según la razón de cada uno.
    Por todos los problemas que ha habido a lo largo de la historia, las personas han ido cambiando su mentalidad respecto a las creencias religiosas y han mirado mas por sus intereses económicos, sociales, derechos, libertades y han luchado por tener todo lo que han querido enfrentándose a todo lo que se lo ha impedido en la sociedad, como muerte de reyes, guerras, revueltas...poco a poco han desarrollado la inteligencia y la mentalidad mas abierta que hoy poseemos.

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    1. Muy bien, Sara. Tienes una visión muy optimista. ¿No ves ningún problema en todo lo que ha traído la modernidad?

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  3. Yo creo que no todo lo que dice nos puede reflejar actualmente o por lo menos a mi, ya que no todo el mundo hace lo que tu has comentado en clase de entre semana soy científico y los domingos a la iglesia, es más yo nunca he ido ni un solo domingo a la iglesia porque no es una cosa que me llame la atención porque como no le encuentro ningún sentido pues tampoco voy a ir. Actualmente puede haber muchas cosas que sean igual que en la edad moderna pero no todo al pie de la letra. Nuestro país ha sido un país muy religioso siempre y en algunos ámbitos lo sigue siendo hoy día pero no por ello las nuevas generaciones tenemos que seguir los mismos pasos que nuestros padres, abuelos, etc. No entiendo porque si antiguamente se hacían las cosas mal las seguimos haciendo en la actualidad aun sabiendo que están mal, ¿por qué se tiene que seguir jurando ante la biblia cuando estas ante un juez en EEUU? Son cosas que puedo entender que vengan de nuestro pasado pero me molesta realmente que la gente crea en algo que ni si quiera saben si existe ya que lo único que hace la iglesia es aprovecharse de esas personas y poder sacarse su propio beneficio porque la iglesia es otra empresa más hoy día.

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  4. Yo pienso que antiguamente la religión desempeñaba un papel bastante importante, ya que todas las personas se dejaban guiar por la religión (mitos, leyendas...), todo esto era posible porque las personas tenían FE en la religión. Hoy en día, eso ha cambiado ya que las personas tienen otra mentalidad, están más abiertas al conocimiento de otras "cosas", están más abiertas al mundo. Ese proceso de no centrarse en la religión y abrirse al conocimiento de nuevas cosas es la MODERNIZACIÓN. Las personas actualmente están "modernizadas" y podemos llegar a decir que la FE y la RAZÓN han tomado caminos distintos y están separadas. Actualmente, yo creo que las personas se guian más por la razón que por la fe.

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  5. Una cuestion que me ha llegado en la clase de hoy ha sido: ¿Se puede no ser moderno en algunos aspectos estando en una sociedad plenamente moderna y pensar mas en los demás que en uno mismo(pensando que todos tenemos un "yo" que es distinto a los demas y eso nos hace especiales etc...)?

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  6. Opino que respecto a lo del individualismo, que no hay estamentos y el capitalismo, creo que esto no es así, porque cambia mucho ser hijo de una persona o serlo de otra, sí es cierto que puedes llegar a ser rico, pero entrando en el sistema y esto siempre ha sido así en la Edad Media el rey te concedía una carta diciendo que eres noble y ya tenías los privilegios, ahora tienes un dinero y ya tienes los privilegios y lo consigues pasando por encima y repecto al capitalismo no es más que enriquecer a los ricos y empobrecer a los pobres y acentuar las desigualdades.
    Respecto a la moral, mañana te entregaré una cosa.
    Y a lo de la Iglesia y el Estado bueno quizás la Iglesia en nuestra cultura ya no sea el centro pero tampoco se puede decir que ha tenido lugar la total ruptura, pues ahí tenemos las leyes de la Iglesia, todavía vemos como en los colegios hay religión, como el Estado destina dinero a la Iglesia y como sigue teniendo fuerza política. Aunque quizás es cierto que ya no es como era, que la razón no está ligada a la religión, que una cosa es la fe y otra la razón. Y yo creo que es así porque maneras diferentes de ver el mundo, y la diferencia entre las ciencias empiristas y la filosofía también hay que hacerla pues no es lo mismo la razón que los experimentos.

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