lunes, 12 de octubre de 2015

Hijo, no quiero que acabes como Bill Gates.

Aquí va otro artículo que os dedico. Me lo inspiró un lista con recomendaciones para los estudiantes que encontré en un aula.Trata de lo que debe ser la educación (y la vida, y el mundo...). A ver qué os parece.

5 comentarios:

  1. Buenas noches,
    He leído el artículo y me ha resultado interesante, además de estar de acuerdo con la mayoría de las recomendaciones alternativas. No obstante hay algo que no me cuadra en la regla 5 y su alternativa; creo que nadie acaba trabajando en un restaurante de comida rápida cocinando hamburguesas bajo presión sin una necesidad real. Hoy en día la mayoría de los que trabajan así y se van fuera lo hacen por necesidad, por falta de dinero o por evitar que sus padres les sufraguen los gastos.
    Saludos.
    Alejandro Martín, 2º E Bach. IES Santa Eulalia.

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  2. No creo que el decálogo de Bill Gates esté tan mal encaminado, puesto que su objetivo es ser millonario, no vivir una vida que merezca la pena ni ser feliz. Seguramente para ser "rico" como él sí haga falta seguir estos pasos, pero cualquiera que se de cuenta de en qué se basa su riqueza creo que estará más de acuerdo con el decálogo alternativo, cuyo objetivo es mucho menos contradictorio.

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  5. Bueno, si tuviese que usar una palabra para ésto sería repugnante, pero dudo que esté bien visto que se diga algo así de algo que se toma como un axioma. El valor de una persona no se basa en ningún momento en su capacidad de producir riquezas, idea que expresa ese decálogo continuamente. Además, ¿qué es eso de que el mundo será duro? ¿De quién es la culpa, de los que lo sufrimos, y tenemos que apechugar con ellos? ¿No será de los que crean esos mecanismos de control y destrucción de sueños e ideas?
    En fin.

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