lunes, 19 de octubre de 2015

Ser o no ser. He ahí la cuestión (de Parménides).


Si para los milesios el ser (arkhé) de las cosas es una materia misteriosa (viva como un animal y armoniosa como un dios), y para los pitagóricos una serie de formas o estructuras matemáticas, los eleatas dan una respuesta aún más extraña, más que matemática, puramente lógica... ¿Qué son en el fondo las cosas? ¡Pues... que son! ¡Y que no pueden no ser! Este es el son que repiten al unísono Parménides de Elea y sus discípulos (el más conocido de ellos fue Zenón, famoso por sus increíbles paradojas)... 

La solución de los milesios al problema de la realidad está todavía empapada de mitología y está cercana a la experiencia común. La que dan los pitagóricos se parece más a una respuesta científica, como la que daría hoy un físico matemático. Y la que dan los eleatas es, por vez primera, puramente racional o lógica, es decir: estrictamente filosófica

Zenón muestra las puertas a la verdad y la falsedad (Veritas et Falsitas). Fresco en la Biblioteca de El Escorial, Madrid.


Si le preguntáramos a Parménides, el más destacado entre los eleatas, que en qué consiste la realidad y qué ley la gobierna nos diría algo así:
-         La realidad consiste en que es. Lo que tienen en común todas las cosas es que son, que las hay, que las podemos pensar como siendo
-         Lo que gobierna la realidad son una especie de leyes “lógicas”. Y estas leyes dicen que “lo que es, es, y lo que no es, no es; y que nada puede ser y no ser” (Más claro, agua –pero no la de Tales—; a estas leyes se le llamarán luego: el principio de identidad y el principio de no contradicción).

La realidad consiste en que es. Pero ¿cómo es? Las dos ideas más interesantes de Parménides al respecto son estas:

  1. La realidad es una sola cosa e indivisible. ¿Y cómo es eso? Razonemos (cerrando los ojos, que nos confunden). Si la realidad fuera más de una (múltiple) estaría dividida en partes, pero entonces cada parte sería y no seríaseria la parte que es pero no sería las demás partes. Además, estas partes serían diferentes una de otras, pero como todas tienen en común el ser, sólo podrían diferenciarse en algo distinto del ser, es decir, en el no ser, es decir, en nada. Pero si no se diferencian en nada, no se diferencian. Luego son la misma. Luego no hay partes. Todo es uno.

  1. La realidad es invariable e inmóvil. Es invariable porque, si cambiara sería y no sería la misma, como cuando yo digo “yo he cambiado”, con lo cual refiero que “yo” sigo siendo el mismo (porque he sido yo el que he cambiado) pero no sigo siendo el mismo (porque he cambiado). Si cambiara en parte, tendría partes, lo que ya hemos demostrado que es imposible. Además, la parte que cambia pasaría del ser (lo que era) al no ser (pues ya no es lo que era). Por todo esto, la realidad no nace ni muere, es eterna. Para nacer tendría que no ser antes de nacer y ser después. Y para morir tendría que ser antes de morir y no ser después. Imposible. Además, ¿cómo se explica que las cosas aparezcan (nazcan) y desaparezcan (mueran) así, como si fueran los objetos en el sombrero de un mago?... La realidad tampoco se mueve, porque lo que se mueve tendría que estar y no estar en el lugar en el que se mueve, lo cual no es menos imposible. 
Así que, la realidad es que es. Y como tal es única, indivisible, invariable, eterna, inmóvil…

Muchos filósofos (por no hablar de la gente común) han tachado de insensata la teoría de Parménides (escrita, por cierto, en forma de poema, lo que tiene su miga, siendo un filósofo tan racional). Unos dicen que, diga lo que diga el pensamiento, ellos ven la diferencia entre las cosas y los cambios de unas en otras (Parménides les diría que los sentidos nos engañan. Para ver cómo lo hacen pulsa en la siguiente figura). 





Otros piensan que la lógica de Parménides está equivocada, que confunde los múltiples sentidos en que se dice "ser", o que no distingue las "cosas" de sus "propiedades" (Parménides les diría que admitir esas distinciones es admitir ya lo inadmisible: las partes, la pluralidad). 

Lo que de todas todas es cierto, es que Parménides nos hace pensar. ¿Se le puede pedir más a un filósofo?



¿Y, POR CIERTO, QUÉ PIENSAS TÚ DE TODO ESTO?

¿Quieres saber más sobre Parménides? Pulsa aquí y aquí también.
Y para leer en directo las extrañas discusiones que tenía Zenón (discípulo de Parménides) con sus paisanos, pulsa aquí y luego acá

Aquí tienes, también, la presentación de clase



7 comentarios:

  1. Si el arkhe para Parménides es el Ser y el mismo su propia causa, ¿cuál es la causa de la causa? ¿por qué motivo tiene que haber motivo? Entiendo que la causa de que algo sea es el ser también y a su vez la causa del ser que hace que otra cosa sea, sea el ser y así hasta el infinito, pero ¿de dónde sale la causa? ¿qué es? y lo más importante, ¿por qué es (esa causa)? Si la causa no tiene motivo... no hace falta que la haya. Es como si la causa formara parte del arkhe. Espero que se entienda mi duda porque me cuesta un poco plantearlo incluso en mi cabeza.

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    1. Está muy bien pensado, Africa. Y tienes toda la razón. El ser no puede entenderse como causa de si mismo. La noción de causa, de hecho, no tiene ningún sentido en el pensamiento de Parménides. Lo que quería decir cuando hable del ser como causa era que, para los eleatas, el ser es "porque es". Este porqué no implica causa, sino solo identidad (El ser es, Ser = Ser). O eso me parece.

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  2. Creo que es un razonamiento muy lógico, además estoy de acuerdo en que lógicamente solo puede existir una cosa, y si me dijeran que cosa, yo diría que el pensar, que lo único que es, es pensar.

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    1. Ya. ¿Y el pensamiento que piensas? ¿No son ya, entonces, dos cosas (el pensar y lo pensado)? Eso por no hablar de ti, el pensante. Ni del lenguaje con el que piensas. Ni de las partes de las que consta cada pensamiento. Ni... de este comentario.

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    2. No creo que exista un yo, creo que yo soy simplemente un pensamiento. Cualquier pensador que piense en el pensar es pensado, todo son pensamientos en sí mismo, todo forma parte del pensar.

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  3. Francisco José Martínez Cintero22 de octubre de 2015, 20:46

    Parménides afirma que la realidad es una sola y que es indivisible , pero pueden existir varias realidades que a su vez están divididas en partes autónomas , podrían ser individualmente , sin depender el no ser por no pertenecer a otras . Y esa teoría con cualquier ámbito , dividir cualquier parte que es igual a otra pero diferente e independiente , entonces si que pueden ser mas , no afectan unas a otras con el motivo de no ser.

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    1. No sé si te entiendo bien. Pero cualquier división entre dos seres tendría que también que ser algo. Y las cosas no pueden distinguirse en cuanto al ser (en cuanto al ser son iguales), por lo que no pueden distinguirse más que en cuanto al no ser (es decir, en cuanto a nada, es decir, que no se distinguen). Y si no pueden distinguirse no pueden ser autónomas ni individuales ni nada. ¿No?

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