viernes, 11 de noviembre de 2016

Hablando de sofistas. Sobre el caso Donald Trump.

Aquí podéis leer este artículo sobre el triunfo de Donald Trump en las recientes elecciones en EE.UU. Aunque no os olvidéis de que en política nunca está nada del todo claro. Así que, ya puestos, leeros todo lo que encontréis por ahí. Y, sobre todo, pensadlo con vuestra propia cabeza.

8 comentarios:

  1. Enhorabuena por el artículo, Víctor. Comparto varios puntos que expones en el mismo.
    La prensa europea y americana (manipuladora y alarmista) sin duda ha olvidado que el poder del presidente en un país como EEUU está tremendamente limitado, incapacitándolo para hacer cualquier barbaridad que le venga en gana (Obama y el incumplimiento de sus promesas son el ejemplo).
    El populismo está presente en cada una de las intervenciones del ya presidente electo de EE.UU.
    Sin embargo, hablas de "neoliberalismo", y yo habría definido el trumpismo como un populismo nacionalista, en ningún caso neoliberal (liberal).

    Trump propone sin ningún reparo (independientemente de que las Cámaras le permitan llevarlo a cabo) recortar libertades civiles y económicas: civiles, con el pretexto de luchar contra el terror y económicas, pues enaltece el neomercantilismo, la protección oligopolística de compañías nacionales frente a la competencia externa, globalifobia, proteccionismo y rechazo absoluto a la libre circulación de factores de producción (quiere revisar hasta el NAFTA y ni hablamos del TTIP), plan E a lo bestia, regulación financiera estilo Roosevelt, bajar imptos aumentando el déficit, pues incrementará el gasto (puro keynesianismo), etc.

    Un señor profundamente intervencionista que niega todos los valores liberales que constituyeron el germen de la independencia de EEUU en su día.

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  2. Gracias por tu comentario Sara. Me parece, sinceramente, magnífico. Tienes toda la razón al llamar "populismo nacionalista" a lo que ha vendido Trump durante la campaña. Y en que predica un liberalismo muy poco liberal. Mi tesis (tal vez me equivoque del todo) es que Trump no va a poder (o a querer, o ambas cosas) poner en práctica ese populismo proteccionista, y que, en el fondo, no va a ser más que la nueva "máscara" populista y demagógica del neoliberalismo reinante que, a mi juicio, es, ahora mismo, imposible de "domar". Tu última frase la encuentro más discutible. El liberalismo ha sido casi siempre más o menos proteccionista y sometido a legislación política. En mi opinión ha sido desde los 80 que el liberalismo ha empezado a ser "neoliberalismo", a ganar todas las batallas contra el control de los estados y a hacerse global... y salvaje.

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    1. A mi modo de ver el término "neoliberalismo" es muy discutible. La primera vez que se acuñó fue para denominar a una tercera vía entre capitalismo y socialismo, la llamada economía social de mercado (a partir de la recesión de los años 30).
      No creo que en los actuales países occidentales, (cuyo sector público, cada vez más engrandecido acapara en términos aproximados un 50 % del PIB) impere, en absoluto un capitalismo salvaje, sino uno corporativista.
      Si consideramos que, como dices, hoy reina el "neoliberalismo" me atrevería a decir que éste es algo así como no-liberalismo (a saber qué) pues las semejanzas con el liberalismo clásico son inexistentes.

      Sobre lo que dices de mi última frase: la doctrina del liberalismo es, por definición, librecambista. De hecho, los países en los cuales se aplicó en el s.XIX, abandonaron la previa senda proteccionista y abrieron sus economías. En el siglo 20 esto se invirtió. Y tal y como está el panorama político, en mi opinión, tiene toda la pinta de que avanzamos hacia más proteccionismo.

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    2. Hola Sara. De nuevo un magnífico comentario. ¡Voy a tener que buscar asesoramiento técnico para debatir contigo! Como no lo tengo a mano me arriesgaré y haré lo que pueda. Creo que la historia de la política económica de Europa y EE.UU. comprende ciclos que se suceden. A fases de más liberalismo suceden otras de menos y así una y otra vez. Tras el desastre del 29 y la guerra se impusieron políticas muy estatalistas (dentro siempre del paradigma de libre mercado) que -- hay que decirlo -- procuraron una gran prosperidad, generaron una amplia clase media y, sobre todo en Europa, crearon el llamado "estado de bienestar" (a todo esto no es ajeno que existiera un bloque comunista muy poderoso y partidos comunistas muy fuertes en Europa -- lo que obligaba al capitalismo a soportar muchas concesiones sociales, no les fuera a crecer el "enemigo" dentro -- ). A partir de finales de los 70 la corriente se invierte (coincide con los gobiernos ultraliberales de Tatcher en R.U. o de Reagan en USA) y se produce una progresiva desregularización de la economía. Crece el llamado capitalismo "de casino". El sector financiero se come a los demás y actúa de forma semiautónoma generando "burbujas" como la que ha provocado la última de las crisis económica. Aunque el término "neoliberalismo" tenga varios significados, y quizás significara algo muy distinto al principio, se suele usar para definir aquellas corrientes liberales que abundan en la necesidad de mantener el mayor grado viable de desrregularización y desestatalización (mínima presión fiscal, privatización de todo el sector público -- educación, sanidad -- , libre comercio, etc.). Aunque claro, todo esto es muy relativo. A veces el neoliberalismo parece jugar a dos barajas. Cuando salen mal las cosas es el estado el que, con sus fondos, evita la caída de los grandes bancos, sostiene la estabilidad social necesaria para los negocios, etc.
      Podemos estar de acuerdo en que parece que estamos en un cambio de ciclo hacia, en efecto, un mayor proteccionismo. Aunque creo que tardará en llegar. Lo que tarde en llegar una crisis económica aún mayor. Pero esto es simple especulación mía. Seguiremos dándole vueltas.

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    3. Hola Víctor.
      Creo que no hemos de culpar a Thatcher y a Reagan de iniciar un camino hacia la crisis en aquellos Estados en los que ni siquiera se aplicaron las políticas que propugnaban. Las cuales, además no cuajaron, teniendo en cuenta que el tamaño de los Estados occidentales está en máximos históricos.

      Nombras la desregulación de los mercados como causante de la depresión. Opino que su origen fue obra de los bancos centrales. Tipos artificialmente bajos (fijados primero por la FED y luego por el BCE) que provocaron el florecimiento de una burbuja (hipotecas subprime...); banca muy privilegiada con incentivos perversos, cuyas irresponsables acciones la habrían conducido a una suspensión de pagos en un mercado libre, pero a un bail out en nuestro caso...(¿mercado desregulado?)

      Un Estado que maneja la mitad de la renta nacional en un país como España, clientelar y en el que reina un capitalismo de "amiguetes" es ante todo, antiliberal. No obstante, para esto hay casi tantas opiniones como personas.

      El antagonismo (desde la caída del bloque del Este) parece que ha pasado de ser entre izquierda y derecha a ser entre partidos pro-proteccionistas y pro-librecambistas. Esto también es especulación mía. Ya veremos qué pasa :)

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  3. Al igual que Sara, he de felicitarte por tu artículo, Víctor, es excelente; así como felicito a Sara por su espléndido comentario.

    Ciertamente, como cualquier candidato que pretenda ganar unas elecciones, ha recurrido a la persuasión de los votantes por medio de la adopción de un discurso que lo calificaba como el ´´candidato de las antiélites`` por mucho que él forme parte de ellas, logrando ,pese a la disconformidad de algunos de los miembros de su propio partido y otros miembros de la población civil, acaparar la atención de una mayoría obrera afectada por los belicosos efectos de la globalización.

    Asimismo, como ha dicho Sara, Trump pretende no firmar el TTIP, algo con lo que he de decir, estoy de acuerdo ya que se me presenta como un tratado de libre comercio que atenta en gordo contra la democracia, teniendo una clarísima prueba en que oficialmente comenzó a negociarse en junio de 2013, aunque hasta 2014 no se tuvo constancia de algunas de las características del mismo, debido al alto secretismo que se trajeron con las negociaciones. Teniendo en cuenta, además, que este tratado viene de la mano del ZETA, el TTP y el TISA, constituyendo en conjunto un paquete de tratados que reciben el nombre de Tratados de Nueva Generación, que no son meros tratados de comerciales, sino que también tienen parte de liberalización de comercio, cooperación reguladora y la protección a la inversión. Lo que hace que esté de acuerdo contigo en que el liberalismo no deja de ser una ´´perspectiva económica`` bastante proteccionista.

    También considero que Trump, con ese populismo nacionalista del que nos hablaba Sara, ha logrado la movilización de gran parte de la población nacionalista blanca con su eslogan:´´Hagamos de América un país grande de nuevo``. Algo que desde luego, le aseguró un ingente número de votos.

    Por último y ya para concluir con este vasto comentario, he de decir que le ha beneficiado de manera considerable el que su rival por excelencia fuese la Sra. Clinton, alguien a quien podríamos tachar de la máxima representación del stablishment, y alguien que no las tenía todas consigo dentro, incluso de su propio partido. A lo que además se añadió la salida a la luz, de nuevo, de sus correos eliminados ´´por error``; algo que a mi modo de ver, a diferencia de España, sí pasa factura en las urnas.

    Ciertamente, Trump, ha sabido acaparar la atención de los medios de comunicación y de la mayoría de los votantes, como hemos podido comprobar, recurriendo a discursos basados en decir lo que los demás quieren escuchar, adoptando un tono que transmite bastante seguridad, a la par que enardecía el sentimientos nacionalista de la población civil.

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    1. Hola Maribel. Un magnífico comentario, felicidades. Como le acabo de escribir a Sara, voy a tener que buscarme un economista para poder discutir con vosotras. Como muy bien dices, Trump ha jugado a presentarse como un enemigo de los excesos de la globalización (como la deslocalización de empresas, que ha dejado en la ruina a grandes regiones industriales de USA), ha denunciado algunos de los grandes tratados comerciales e incluso ha anunciado que va a poner coto a los desmanes del sector financiero. En esto, curiosamente, coincide con algunos planteamientos de la izquierda. Aunque es solo una coincidencia aparente. Sospecho que Trump solo ha asumido estas ideas "proteccionistas" de manera retórica y demagógica. Y creo que, pese a lo dicho, Trump no va a hacer otra cosa que continuar, en lo esencial, con las políticas neoliberales, incluso en el ámbito de la regulación comercial. Los movimientos del capital financiero, o las relaciones con China y el pacífico son demasiado poderosos e importantes como para que un solo hombre, por muy millonario que sea, pueda oponerse a ellas. La verdad es que ni siquiera creo que quiera oponerse. Trump es un político pragmático y fundamentalmente liberal. Será tan neoliberal como haya que serlo para beneficiar a las élites económicas a las que, en el fondo, representa. En otro caso, sería pronto descabalgado del poder por esas mismas élites. En cualquier caso, seguiremos pensándolo. Gracias por tu reflexión.

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  4. Creo que es un poco tarde pero acabo de leer tu artículo,Victor y te doy la enhorabuena.Pienso que el actual presidente electo de los Estados Unidos ,Donald Trump ha estado interpretando un personaje durante toda su campaña exaltando los pensamientos xenofobos,homofobos,machistas etc...
    De esta forma consiguió llamar la atención de todos los medios de comunicación y hacer que todo el mundo hablara de el.A su vez su discurso populista ha llamado la atención de las clases medias y como tu has dicho en tu artículo da valor a la tradición,la familia etc cosas que parecen importar bastante.A pesar de las inmensas barbaridades que decía a diario ha conseguido ponerse al menos a la mitad de la población Estadounidense a la espalda con argumentos como que hará América grandiosa de nuevo,cosa que muchos de sus ignorantes votantes parece creer al pie de la letra y no saben que aunque el sea el presidente no tiene para nada poder absoluto en la toma de decisiones,de echo carece de apoyos dentro de su mismo partido por lo que le será prácticamente imposible aprobar la mayoría de las cosas que ha prometido al pueblo q hará.
    De economía no entiendo mucho pero parece ser que su plan para la sanidad al menos es bueno.Y respecto a ese pensamiento que tiene la gente de que Trump nos llevaría a una Tercera Guerra Mundial,es más bien todo lo contrario ya q la Sra.Clinton es la que en años anteriores a ser candidata había dicho sin escrúpulos que intervendria en las guerras de Syria e Irán enfrentándose de esta forma a las tropas Rusas que se hayan en esas zonas demostrando ser belicista y mucho más peligrosa en aspectos como ese.
    En conclusión creo que no deberíamos preocuparnos ya que Trump parece no representar en absoluto un peligro internacional.

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