martes, 17 de septiembre de 2013

La primera clase de la historia de la filosofía.

Todos los años me pregunto por qué quiero yo dar un curso de filosofía (o, en este caso, de historia de la filosofía). Y también me pregunto por qué habéis de quererlo vosotros (Si la filosofía fuera solo una cuestión mía o de unos pocos, como la numismática o el rugby, no valdría nada, ¿no?).

Pensad un momento y decidme por qué acudís al instituto, o a cualquier otro lugar (es decir, cualquiera) que os guste más. Por qué preferís vivir como vivís, dejándoos llevar o decidiendo hacer esto o aquello. O, sencillamente, por qué vivís, para qué... Me apuesto mi sueldo de todo el curso a que la respuesta es esta: todo lo que hacéis (o dejáis de hacer) es... por algo que tenéis en la cabeza, es decir: por ideas. Seamos o no conscientes de ellas. Sean vuestras o de otros. Sean buenas o malas. Hasta respirar lo hacemos (mecánicamente) porque pensamos que mola vivir; en otro caso nos pondríamos la soga al cuello y dejaríamos de hacerlo...

Pues bien, la filosofía no es más que el deseo de ser el dueño de tus ideas, es decir, de tu propia vida. Reflexionar, torcer la vista hacia dentro para mirarse la mente en el espejo de la mente. El filósofo es cualquiera de nosotros cuando se empeña en pensar en lo que piensa, en aclararse y llenarse de luz para hacerse fuerte frente a la vida. Para eso tiene que internarse en la jungla de sí mismo (que es la misma jungla del mundo), buscar las ideas más ocultas, más salvajes e indomesticables, y vencerlas, hacerse con ellas, o quizás sacrificarlas, y volver al mundo con las mejores colgando del cinturón. Y esta claro: si todo lo hacemos por ideas, si contamos con las mejores viviremos mejor, seremos mejores.

Pero las mejores ideas no solo las encontramos en lo más íntimo de nosotros, también en lo más íntimo de los demás. Los demás son otro espejo en el que buscarnos, pues son como nosotros, piezas de un mismo puzzle, la parte que nos falta para estar completos. Por esos nos interesan tanto. Por eso nos interesan tanto sus ideas, esas que se translucen en lo que dicen y hacen. Y por eso también amar, unirnos a otro es comprenderlo, entenderlo, poner en común (comunicar) nuestras ideas. Comprender a los demás es como abrazarlos en la parte que no se ve ni se toca, en la más íntima, allí donde están de verdad y de donde proviene toda su vida.



¿Y a quién preferimos amar, al que más ideas tiene para comprender o al que menos? Parece obvio que al primero (¿Para qué amar a alguien tan tonto o más que nosotros?)... ¡Y eso vamos a hacer aquí! Tener amores con los filósofos, con esos que más se han aventurado en la jungla de las ideas y más pueden darnos a comprender. Los invocaremos uno a uno, y frotaremos nuestras ideas con las suyas hasta quedarnos preñados de... nosotros mismos. Porque las ideas de esos filósofos son parte de nosotros. Conocer la historia del pensamiento es conocer la forma con que hemos llegado a ver, sentir, desear y pensar tal como lo hacemos. Y también abrirse a la posibilidad de cambiarla.




A veces la historia de la filosofía parece como la historia de una única mente que fuera dialogando consigo misma, pensándose siglo a siglo, a través de cada uno de los grandes filósofos. Y así hasta conocerse del todo, hasta hacerse totalmente transparente, toda luz sin sombra. Tal vez nosotros somos parte de ese proceso, y tal vez esa mente, ahora, piense y hable a través de nosotros.


Bienvenidos a este curso de amor y filosofía (si es que no son lo mismo).  

Como regalo de bienvenida aquí os dejo esta película sobre la historia de la filosofía (El mundo se Sofía, basada en el famoso libro de Jostein Gaarder), y un enlace hacia una historia de la filosofía en comic realizada por José Angel Castaño. También podéis ir echándole un ojo a la programación del curso, a la información sobre las pruebas de selectividad, o al tema introductorio (Introducción. Filosofía e historia de la filosofía), pero esto último solo si queréis mucho, mucho, pues me salió un poco denso (si lo preferís comenzad por el tema 1 del primer bloque, el de filosofía antigua). Ah, y naturalmente, podemos seguir hablando abajo, en los comentarios, donde podéis escribir lo que os dé la gana, como debe ser.



Filosofía para Principiantes from José Ángel Castaño Gracia

* La fotografía del espejo y la escalera es del artista Chema Madoz.

12 comentarios:

  1. La primera clase que me sorprende en años y la primera impresión es lo importante, me gusta. Gracias por la película no sabía que habían hecho una tengo ganas de verla pero antes bajaré el libro de la estantería para releerlo y estar preparada.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Anónima. Espero que te guste la peli, aunque si ya te has leído el libro... No sé. Ya sabes que una palabra vale más que mil imágenes (¿o no era así?)

      Eliminar
  2. A mi tambien me sorprendio la clase,nada que ver con años anteriores con mi antiguo profesor Alejandro Sánchez,tantos años acostumbrado a las aburridas clases de filo casi llego a odiar la asignatura,gracias por dar un poco de luz a la clase

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Anónimo. Aunque no estoy de acuerdo contigo con respecto a Alejandro, que me parece una persona muy sabia, y de la que se puede aprender mucho. En cuanto a lo de la luz, gracias a vosotros (a ver si mantenemos encendido un buen fuego, en torno al cual apetezca hablar y discutir).

      Eliminar
  3. Buena clase la de hoy. La verdad yo pensaba que esta asignatura iba a ser un poco rollo pero tras esta clase creo que va a ser una asignatura entretenida y productiva

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Fernando. Aunque la mayoría de la gente piensa que la filosofía es de todo menos productiva. ¿Para qué sirve preguntarse por la realidad, por la esencia de las cosas, por el sentido de la vida...? ¡Déjate de filosofía y vive la vida!, dice la gente. ¿Tendrán razón? ¿Se puede vivir a tope sin pensar profundamente en nada?...

      Eliminar
  4. Victor, arriba dices que si queremos podemos empezar por el tema 1 porque la introduccion es muy densa, pero de todas formas es mejor que nos leamos la introduccion antes de empezar con los temas no?
    En lo que respecta con la clase, estoy de acuerdo en que todo nuestros comportamientos se basan en ideas ya sean fabricadas por nuestra mente o inculcadas por otras personas de forma directa o indirecta.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Juan. Bueno, puede estar bien leerse la introducción, pero siempre que no sea un suplicio. Si la encuentras muy pesada, pasa al tema 1. La introducción no es imprescindible. En lo otro estoy de acuerdo con que estés de acuerdo. Seguiremos pensándolo.

      Eliminar
  5. Hola Víctor! Estaba aquí, preparándome para tener una cita, en principio con la misma filosofía, y lo primero que se me ha venido a la cabeza ha sido: "que profesor tan genial nos ha tocado" así que que quiero darte las gracias, pues no sé cómo lo haces, pero consigues que yo, una persona que pierde muy fácilmente la concentración, esté constantemente atenta a tu clase y a tus explicaciones (y lo mejor es que no seré la única porque estoy segura que a todos, o a la gran mayoría nos pasa lo mismo) y que, con apenas estas dos clases que llevamos, hayas conseguido que esté deseando que llegue tu hora para que nos ilumines con tus ideas (..sí, ideas..) y espero que así siga siendo, pues siempre me ha llamado mucho todo esto del pensar y, al fin! he obtenido lo que tanto tiempo he esperado... un profesor como tú; ya el año pasado tenía ganas de ver que tal era ese inicio de filosofía pero he de decir que me desilusionó un poco porque más que nada era ética, que es también importante pero, sinceramente, prefiero esto, y tengo esa corazonada o intuicion femenina, no lo sé, de que estas clases van a cambiar, y mucho, mi forma de ver la vida, y lo estoy desando! Asi que voy a comenzar con estas relaciones... y a ver que tal, ya te informaré si algo no me va bien!

    Saludos, Varinia.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Varinia, por tus piropos, aunque la verdad es que no podría encender a nadie con las palabras si ese alguien (como es des-ca-ra-da-mente tu caso) no tuviera ya una bombilla de infinitimillones de watios en el alma. En serio, la admiración es mutua. Apetece mucho hablar con vosotros. Y yo también estoy deseando escucharos y leeros. Así que no dejes de contarme como te van cambiando esos amores. Nada que no nos cambie merece la pena, o eso creo yo. Un saludo!

      Eliminar
  6. Fernando poco mas y ruedas

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Anónimo, por imprimir un poco de sensatez a estos juegos florales.

      Eliminar