martes, 23 de septiembre de 2025

7. La física arcaica de los milesios y una entrevista con Tales de Mileto



Es típico comenzar a narrar la historia de la filosofía por los llamados filósofos presocráticos. Se considera a tales filósofos como los más antiguos conocidos. Todos ellos vivieron entre finales del s. VII y el s. V a. C en lo que era entonces el mundo griego (una serie de ciudades repartidas por todo el mediterráneo oriental –incluyendo la actual Grecia— unidas por una lengua y cultura comunes). De su obra sólo conservamos unos pocos fragmentos literales y algunos comentarios de autores posteriores, todo lo cual ha llegado hasta nosotros a través de fuentes indirectas. El nombre de “presocráticos” alude al hecho de que tales filósofos se anteponen históricamente a aquellos otros con los que comienza la denominada “época clásica” de la filosofía griega, y que son Sócrates y Platón. 

Los filósofos presocráticos son muchos y muy distintos, pero, pese a ello, tienen una serie de características comunes

(a) Representan una fase transitoria entre el pensamiento mítico y el pensamiento propiamente filosófico. Todavía utilizan un lenguaje poético e imaginativo y conceptos tomados de los mitos, dando a la "arkhé" un carácter, en ocasiones, divino.

(b) Se ocupan preferentemente de la filosofía de la naturaleza (la “phýsis”) y, por extensión, del problema de la realidad, practicando una especie de ontología arcaica o primitiva dirigida a buscar el principio y origen común a todas las cosas, lo que las constituye y lo que causa y determina su movimiento (la "arkhé"). 


(c) Las respuestas que dan los primeros filósofos griegos a la pregunta por la “arkhé” se pueden organizar (aun muy ambiguamente) en dos grandes grupos: respuestas inmanentistas (en las que la "arkhé" es un elemento sensible y material, como lo Húmedo en Tales, el Aire en Anaxímenes, tal vez el “Ápeiron” de Anaximandro, los cuatro Principios de Empédocles, las Homeomerías de Anaxágoras, los Átomos de Demócrito) y respuestas más trascendentalistas (en las que la “arkhé” se concibe como un principio formal o legal, como los Números de los pitagóricos o el “Lógos” de Heráclito, o como una entidad lógica de naturaleza abstracta y captable solo por la razón como el “Ser” de Parménides).

Para los milesios (Tales, Anaximandro y Anaxímenes) el principio común y generador de todo es un único elemento natural (más o menos subyacente a la naturaleza visible): lo Húmedo o Agua para Tales, un elemento indeterminado e ilimitado (“Ápeiron”) para Anaximandro, o el Aire para Anaxímenes. Este elemento es eterno (siempre ha existido, no ha podido ser creado de otra cosa) y omnipresente (lo ocupa todo). Además está en continuo movimiento y mediante este movimiento genera el resto de las cosas (que aparecen por parejas de opuestos que se determinan y limitan lo uno a lo otro: lo seco y lo húmedo, lo frío y lo cálido, etc.). Ahora bien, este movimiento o devenir fundamental (el del Agua, Ápeiron, el Aire…) no es caótico, sigue una “ley” estable (una especie de criterio de “justicia” cósmica) que determina que todas las cosas, oponiéndose unas a otras, mantengan en equilibrio al mundo (para lo cual cada uno de los opuestos ha de ser generado en su justa medida: ni en exceso ni de forma insuficiente).

Así pues, en la arkhé de los milesios se mezcla lo que hoy entenderíamos como “materia”, una “fuerza” que la mueve, y una “ley” según la cual la fuerza mueve a la materia. ¿Cómo pueden mezclarse estas tres cosas tan diferentes: materia, fuerza, ley, en una sola? Seguramente asumiendo que la arkhé es como un dios que se identifica con la naturaleza, con su propia fuerza o poder de metamorfosis, y con la ley que determina estas metamorfosis. Al fin, no olvidemos que los presocráticos son filósofos que aún están a medio camino entre el saber mítico y el saber estrictamente racional; fundan sus teorías en la observación y el razonamiento (por ejemplo, acerca de los distintos estados del agua o el aire, o en relación con su presencia en determinados procesos biológicos...), pero también en mitos tradicionales (por ejemplo, en torno al papel del agua o el "aliento vital" en determinados mitos cosmogónicos).

Para que conozcáis un poco más de cerca a alguno de ellos, en esta entrevista os presentamos a Tales de Mileto. Considerado el primer filósofo de la historia occidental, Tales fue un ingeniero, matemático y astrónomo, además de un viajero incansable. Se hizo mundialmente famoso por sus opiniones acerca del origen del mundo. Logramos grabar esta entrevista en la Clínica Hipócrates, en donde se hallaba convaleciente tras haber caído a un pozo. Para leer la entrevista además de escucharla pulsar aquí.



¿Qué es lo que más te convence y lo que menos te convence de la teoría de Tales?
Si la "arkhé" es una sola cosa (el Agua, el Aire...), ¿cómo puede producir otra cosa que no sea ella misma?
¿Podría justificarse el movimiento o la existencia de leyes si todo estuviera hecho de lo mismo?
¿Encuentras en la física actual alguna idea o problema similar a los que hemos visto en los milesios? ¿Qué sería lo análogo a la "arkhé" para los físicos actuales? 


Y aquí tenéis la presentación de clase:




Aquí una estupenda entrada, también sobre Tales, de nuestro vecino y amigo de blog.


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