Los animales no tienen que hacer elecciones, pues su comportamiento está dirigido por la naturaleza; un dios tampoco, pues lo es ya todo; solo el ser humano puede escoger que posibilidades va a realizar (que potencialidades va a actualizar). Ahora bien: ¿Cuáles escoger? La respuesta parece, en principio, fácil: debemos escoger lo que es bueno o conveniente. Ahora bien, la cosa se complica enseguida: ¿qué es lo bueno o conveniente? Este es el principal problema de la ética.
Lo bueno ha de ser el fin de nuestras acciones (su "causa final", la más importante para Aristóteles). Preguntar qué es lo bueno para nosotros o para el ser humano en general es, para Aristóteles, como preguntar cuál es el fin más adecuado para nosotros o para las personas en general. A este respecto, Aristóteles distingue entre fines o bienes parciales y fines o bienes absolutos. Tener dinero o salud son, por ejemplo, bienes o fines parciales, pues los apreciamos en tanto nos facilitan otras metas o fines (estar sano está bien porque, gracias a ello, puedo salir, divertirme, comer lo que quiera, etc.; tener dinero está bien porque, gracias a ello, puede comprar cosas, viajar, ayudar a otros...). ¿Hay algún bien o fin absoluto, que ya no sea un medio para otro? Aristóteles afirma que sí: ese bien o fin último y supremo es la felicidad ("eudaimonía").
¿Y qué es la felicidad? Según Aristóteles, la felicidad consiste en llegar a ser un ser humano "excelente", es decir: en hacer lo mejor posible aquello que es propio y característico de un ser humano; en sentido ideal, cultivar el alma racional o intelectiva, adoptando, en lo posible, una vida contemplativa entregada al estudio y la filosofía.
Hasta aquí, la ética aristotélica se parece mucho a la ética socrática y platónica. La diferencia con Platón y Aristóteles es que Aristóteles afirma que para alcanzar esa vida contemplativa hay que tener en cuenta que nuestra alma esta sustancialmente unida al cuerpo (somos seres físicos, animales), que nuestro cuerpo y alma son en cierto modo productos sociales (somos animales sociales), y que además de razones también tenemos pasiones y deseos irrefrenables (somos racionales, pero no solo racionales). Toda teoría ética ha de tener en cuenta estos aspectos: nuestra corporalidad, nuestra naturaleza social y nuestra posible irracionalidad. Todo esto lleva a Aristóteles a introducir factores éticamente novedosos, sobre todo, estos dos:
(a) No se puede ser plenamente feliz (dedicarse al cultivo del alma intelectiva) sin atender antes, o a la vez, a las necesidades del cuerpo (obteniendo ciertos "bienes internos": salud, alimento, cobijo, ciertos placeres sensuales) y a nuestras necesidades como ser social (obteniendo ciertos "bienes externos": posesiones, amigos, prestigio...).(b) No basta con saber lo que es bueno para hacerlo (intelectualismo moral), pues no somos seres puramente racionales, sino también inevitablemente pasionales (cuerpo y alma son inseparables), y puede ser que queramos irracional o apasionadamente hacer lo que sabemos que es malo ("acrasia" o incontinencia moral).
Para controlar esta tendencia pasional hay que fortalecer el carácter o hábito moral, que es aquel que nos ayuda a evitar los extremos y elegir con moderación (escoger un término medio) en cada circunstancia.Así pues, la ética aristotélica es más "realista", menos intelectualista, y más pendiente del contexto que la platónica. Afirma que para ser felices hemos de satisfacer primero las necesidades y deseos más básicos (realismo); desarrollar la fuerza de carácter y no solo el conocimiento (intelectualismo moderado o "voluntarista"); y tener en cuenta las circunstancias (importancia del contexto).
De ahí que la máxima virtud ética para Aristóteles no sea la mera sabiduría, sino más bien la prudencia, que es un saber práctico dirigido a saber escoger lo bueno teniendo en cuenta nuestra naturaleza física y social, considerando las circunstancias, y contando con el hábito o fuerza de carácter necesarios para moderar las pasiones.
En cuanto a la política, Aristóteles (al igual que Platón en esto) piensa que su origen está en la necesidad que tenemos los seres humanos de organizarnos para convivir para sobrevivir (dependemos desde que somos niños de otras personas, como la familia, que nos dan alimento y cuidado) pero que su finalidad es la que todos puedan vivir bien, es decir, para desarrollarnos como ser humanos y ser felices (es en sociedad, donde hacemos amigos, o donde aprendemos a hablar, razonar o ser prudentes). Así pues, no podemos ser plenamente humanos fuera de la "polis" (Aristóteles define a veces al ser humano como "el animal político", queriendo decir que la política es parte de nuestra forma natural de ser). He aquí la relación esencial que establece Aristóteles entre ética y política (aunque en cierto modo podríamos decir que la prioridad la tiene la política, pues es la vida en común en la polis -- más que en la familia o la aldea -- la que nos constituye como seres capaces de usar el lenguaje para razonar, y capaces de juzgar y actuar con prudencia).
¿Y cuál el régimen político que mejor garantiza una organización como la que hemos descrito? Aristóteles no piensa, como Platón, que haya un régimen político ideal y universalmente válido (como la aristocracia de sabios que él propone), sino que cree que el régimen a preferir depende, en cada caso, de las circunstancias (realismo o posibilismo de Aristóteles). En general, Aristóteles cree que hay tres regímenes mejores y tres peores. Los mejores son aquellos en los que se gobierna en vistas al bien común (si gobierna uno solo se llama monarquía, si gobiernan unos pocos aristocracia, y si gobiernan muchos república o "politeia"). Los peores son aquellos tres en los que se gobierna en vistas al interés de unos pocos (si gobierna una solo se llama entonces tiranía, si gobiernan unos pocos oligarquía, y si gobiernan muchos democracia o demagogia).
Aristóteles piensa que lo mejor sería una monarquía o aristocracia de hombres sabios y prudentes (como en Platón), pero esto es muy improbable, por lo que lo más realista es instituir una "república" o "politeia", un régimen mezcla de aristocracia y democracia en que gobiernen un grupo numeroso de ciudadanos instruidos y experimentados (al ser muchos será más difícil corromperlos, y al ser solo ciudadanos educados se evitará que gobierne el pueblo ignorante).
Aquí podéis escuchar y leer una entrevista a Aristóteles, en el que el maestro se explaya sobre la felicidad y la vida política.
Y aquí la presentación de clase:



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