Idea2.- Aquí estoy otra vez.
Idea1.- Me temo que sé por
qué.
Idea2.- ¿Cómo lo sabes?
Idea1.- Si crees que “estás
aquí otra vez” es que sigues empeñada en que en este mundo hay “aquies” en que
sentarse y “veces” que contar.
Idea2.- Ya, ya sé que aquí no
hay espacio ni pasamos el tiempo charlando.
Idea1.- Aunque lo parezca.
Idea2.- ¿Y por qué lo parece
tanto?
Idea1.- Porque, para que me
entiendas tú, que no crees ser como nosotras…
Idea2.- ¿Yo?
Idea1.- No, ahora me refería
a ti, el que estás leyéndonos.
Idea2.- Ah, entiendo. (A sí
misma) ¿Entiendo?
Idea1.- Te decía que, para
que nos entiendas, hemos de explicarnos y comunicarnos con esa mínima ración de
espacio y tiempo que es el lenguaje y el pensamiento.
Idea2.- Pues menos mal, pues
es así, con todo el lenguaje del mundo, y apenas me entero.
Idea1.- Qué es lo que aún no
has pensado de ti misma.
Idea2.- A ver. Admito que
todo conocimiento lo es de ideas, y que de todo, sean aceitunas, caballos o mi
vecino de abajo, solo puedo conocer sus propiedades, es decir, los aspectos
comunes que tienen con otras cosas. Y que, como tales aspectos son ajenos al
espacio y al tiempo, no son visibles, sino pensables. ¿Pero y las cosas
físicas, existirán como tales aunque no podamos conocerlas como tales?
Idea1.- Diabólica pregunta es
esta que haces. ¿Ni siquiera podríamos conocerlas como “cosas que no podemos
conocer”?
Idea2.- Bueno, eso sí.
Idea1.- Si admites que son,
al menos “cosas”, o “algo”, o “realidad”, ya has admitido lo suficiente.
Idea2.- Me alegro.
Idea1.- Veamos que se sigue
de que admitamos eso, sin que tengamos que conocer nada más. ¿Dirás que una
cosa o realidad ha de ser, al menos, igual a sí misma?
Idea2.- De acuerdo. Porque si
una realidad, desconocida o conocida, no fuera igual a sí misma, no sería una
realidad, lo cual es absurdo.
Idea1.- Muy bien. Si lo real
fuera irreal y lo irreal real todo sería absurdo, y no todo puede ser absurdo.
Idea2.- ¿Por qué?
Idea1.- ¿Entiendes, aunque
sea de vez en cuando, lo que te digo?
Idea2.- De vez en cuando sí.
Idea1.- Pues si entiendes
algo de lo que te digo y yo de lo que tú dices, ya no todo es absurdo, pues lo
absurdo jamás se podría entender.
Idea2.- Entiendo.
Idea1.- Sigamos. Creo que
hemos admitido que las cosas, conocidas o no, han de ser iguales a sí mismas. ¿Diremos
que es por eso por lo que tienen identidad o unidad consigo mismas?
Idea2.- Lo diremos. Si una
cosa no tuviera unidad no sería una, y sin identidad no sería nada.
Idea1.- Veamos ahora si, habiendo
admitido esto tan simple, las cosas pueden ser o no de naturaleza física.
Idea2.- Veamos, entonces, si
es posible verlas. Pues solo lo que es físico puede ser visto por los ojos.
Idea1.- A ver. ¿Diremos que
las cosas, en cuanto físicas, tienen cuerpo con que ocupar el espacio?
Idea2.- Sin duda.
Idea2. ¿Y no son acaso los
cuerpos divisibles en partes?
Idea2.- Sí.
Idea1.- ¿Y cada parte es
divisible en otras mil partes?
Idea2.- Sí, aunque ya no haya
cuchillo tan fino para cortarlas.
Idea1.- Te olvidas del
cuchillo de la lógica. Ahora bien: si una cosa es partible en partes de partes
de partes… ¿Será otra cosa que infinitas partes?
Idea2.- No.
Idea1.- ¿Y cada parte será
diferente de las demás?
Idea2.- Claro.
Idea1.- ¿Y diferente de sí
misma?
Idea2.- Eso no lo entiendo.
Idea1.- Si cada parte puede
volver a dividirse en infinitas partes distintas, ¿habrá algo en ella que sea
igual a sí mismo?
Idea2.- No podría, no.
Idea1.- Si cada cosa física
es, por lo que decimos, infinitamente divisible en infinitas partes distintas
unas de otras y cada una de sí misma, ¿qué diremos? ¿Diremos, por ejemplo, que
esa cosa es infinitamente diferente de todo y de sí misma?
Idea2.- Creo que no hay más
remedio que admitirlo.
Idea1.- ¿Y podrá ser alguna
cosa sin ser igual a sí misma, sino diferente en todo de sí?
Idea2.- No podrá, pues según
dijimos, una cosa ha de ser, al menos, igual a sí misma.
Idea1.- Ni tampoco será una
cosa, pues cada vez que pretenda serlo será divisible en dos.
Idea2.- Cierto.
Idea1.- Ni mantendrá unidad
alguna consigo misma, pues conteniendo infinitas partes será ella misma
infinita, y lo infinito carece de fin y límite, luego nada habrá que la defina
o delimite como una, separándola así de todo lo demás.
Idea2.- No puedo
contradecirte en esto. Esa cosa no tendría identidad.
Idea1.- Luego no sería nada,
ni siquiera cosa.
Idea2.- Parece que no.
Idea1.- Responde ahora a
esto. Si las cosas fueran físicas, ¿estarían fluyendo en el tiempo o más bien
estáticas fuera de él?
Idea2.- Lo primero. Eso dicen
al menos los físicos, que todo se mueve y cambia en el tiempo. Eso es inamovible.
Idea1.- ¿Y podría una cosa
ser lo mismo que sí misma si toda ella fuera fluida y cambiante?
Idea2.- Eso es fácil de
responder: no podría ser igual a sí misma, pues a cada rato cambiaría.
Idea1.- Dices bien. Ningún
río sería el mismo dos veces seguidas. ¿Carecería entonces de identidad o
unidad?
Idea2.- Sin remedio, pues
sería infinitamente divisible, esta vez en el tiempo como antes lo fue, según
dijimos, en el espacio.
Idea1.- Bien. Tenemos
entonces que una cosa, caso de ser lo que es, no puede ser física, pues ni el
espacio ni el tiempo le permitirían ser una cosa. Y si no puede ser física, ¿podrías
contemplarla con los ojos?
Idea2.- No. Pero lo curioso
es que la veo, o eso me parece.
Idea1.- Tal vez lo que veas
sea lo que parece y no lo que es. Pero, si no son físicas, ¿de qué extraña
naturaleza podrán ser las cosas que son?
Idea2.- ¿Serán acaso de
naturaleza mental? Quizás es en la mente donde se ven.
Idea1.- ¿Quieres decir que
las cosas son, tal vez, pensamientos o conceptos?
Idea2.- Eso creo ahora.
Idea1.- Pero dime. ¿No es
cierto que los pensamientos o los conceptos son siempre pensamientos o
conceptos de una cosa?
Idea2.- Sí. Siempre que
pienso pienso en algo. Me cuesta horrores pensar en nada.
Idea1.- Pero si las cosas
fueran pensamientos o conceptos, como dices, los pensamientos pensarían
pensamientos.
Idea2.- Y los conceptos
serían conceptos de conceptos…
Idea1.- Más aún. Los
pensamientos serían pensamientos de pensamientos de pensamientos…
Idea2.- Entiendo.
Idea1.- Has tardado un ratito
en entenderlo. ¿Será eso señal de que la mente está también flotando sobre el
tiempo?
Idea2.- Déjame que lo piense
un rato.
Idea1.- Y si el pensar es,
como su nombre indica, una acción en el tiempo, ¿podrán estar ahí las cosas,
cambiando a cada momento?
Idea2.- No, ya dijimos que
las cosas, si son, no pueden ser temporales. Pero ahora todo me parece
doblemente extraño.
Idea1.- ¿Por qué?
Idea2.- Porque a todo esto
nos ha conducido el pensamiento, pero ahora resulta que el pensamiento no puede
ser nada, pues siendo él mismo tiempo, no puede ser nunca igual a sí mismo.
Idea1.- Cierto. Es
extrañamente verdadero lo que dices. Pero quizás exista una solución a este
enigma.
Idea2.- Pues líbrame, te lo
ruego, de mi ignorancia.
Idea1.- Tal vez las cosas físicas
que vemos y los pensamientos que alberga la mente no sean sino…Ideas, como tú y
como yo, ajenas al espacio y al tiempo.
Idea2.- ¿Pero cómo, entonces,
es que somos vistas en el espacio y pensadas en el tiempo?
Idea1.- Porque no nos
conocemos bien y, así, nos extendemos en explicaciones y tardamos un tiempo en
comprendernos. Pero cuando al fin nos comprendemos del todo, somos tan iguales
a nosotras mismas, que ninguna extensión ni momento nos separa.
Idea2.- O sea, que yo soy lo
mismo que tú.
Idea1.- Eso es fácil de
entender. ¿No eres Idea2?
Idea2.- Eso parece.
Idea1.- ¿Y es ese dos algo
distinto de un uno igual a otro?
Idea2.- Luego somos uno.
Idea1.- Soy uno.
esto me resulta un poco lioso,parece todo lo que dice muy logico sobre que las ideas lo son todo y que al final todo es una idea pero a mi me sigue sin cuadra que no haya algo fisico sigo pensando que algo fisico debe de haber,las cosas no pueden estar por ahi desparramadas estan sobre algo, como puede haber algo que no este en algun sitio que no este en el tiempo, no existiria nada, entonces solo una idea pero esa idea debio de surgir de algun lado las cosas no salen de la nada.
ResponderEliminarCierto, Javier, es difícil de imaginar. Pero piensa que para que algo sea cierto y real no tiene que ser a la fuerza imaginable. Por ejemplo, muchas teorías matemáticas y físicas parecen ser muy ciertas y lo que dicen es imposible de imaginar (¿te imaginas una cosa de 4 dimensiones, por ejemplo? Pues los matemáticos manejan a veces cosas de 20 o 40 dimensiones...). En cuanto a tu última objeción (las cosas o ideas no surgen de la nada), piensa que la hipótesis de que existan cosas eternas no es ilógica (es poco habitual, pero no ilógica). Si las ideas son eternas, no han tenido que salir de ningún sitio. ¿Qué te parece?
EliminarYo pienso como Javier, es lógico que todo esté formado por ideas, pero obviamente están basadas en algún cuerpo.
ResponderEliminarPor ejemplo, los dinosaurios sabemos que son dinosaurios por su forma.
Si no hubiesemos encontrado nunca uno y nos preguntan
''Oye ¿Tú sabes qué es un dinosaurio?'' y te responden: ''¿Dinosaurio?¿se come?'' (es un ejemplo un poco tonto)
Por eso, ambas cosas dependen entre sí.
Imagina que nunca hubiera nadie visto a un dinosaurio. ¿Cambiaría o afectaría esto a la idea de dinosaurio (es decir, a: "lo que tiene que tener algo para ser un dinosaurio")?... Ahora imagina que no hubiera ningún dinosaurio vivo. ¿Cambiaría esto la idea de dinosaurio?... Imagina, incluso, que nunca hubieran existido dinosaurios. ¿Cambiaría esto la idea de dinosaurio?... ¿Qué responderías a esas tres preguntas?
Eliminar1.En la primera no cambiaria mucho solo sabrias sus caracteristicas que tiene ese dinosaurio pero no sabrias la forma que tiene.
Eliminar2.En la segunda tampoco cambiaria mucho ya que con los fosiles ves que en el pasado existieron dinosaurios.
3.En la tercera cambiaria completamente ya que nos tiene pruebas ni evidencias de que hubiera existido algun momento esa "cosa"
En suma: que la idea de dinosaurio es totalmente independiente de los dinosaurios exitentes, ¿no? Incluso en (3), de lo que no tendrías pruebas ni evidencias es de la existencia de dinosaurios, pero esto no afectaría a la idea de dinosaurio (esta es la misma, existan o no dinosaurios, la conozca alguien o no...).
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